Hay dos tipos de aceros inoxidables en función de su estructura y cada uno de ellos tiene unas características:
Aceros inoxidables martensíticos con una buena respuesta a los tratamientos térmicos y que alcanzan una mayor dureza. Y una de sus características es que son atraídos por los campos magnéticos.
Aceros inoxidables austeníticos que tienen una mayor resistencia a la oxidación pero poseen menor dureza que los anteriores. Además estos aceros no son atraídos por los campos magnéticos.